Recuerdo aquella noche mejos que algunos años de mi vida.

Pasan los días... y cada vez está más cerca. Te vas. Voy a estar un año entero sin a penas verte. Sin discutir contigo. Voy a echarte de menos, te echo de menos y aún estás aquí, conmigo. Como no echarte de menos, eres mi hermana, y por más lejos que hayas estado, al cabo de unos días siempre volvías y con lujo de detalles sabía como había sido esa experiencia para ti. Ahora... las cosas van a ser diferentes y en realidad me encanta. Porque vas a estar genial, y sé que probablemente sea uno de los mejores años de tu vida. Aprovéchalo todo, todo lo que puedas (o más, ya sabes). Que te vayas solo tiene algo postivo para mi, me hace recordar todos estos días que hemos pasado juntas, todos los momentos en los que he estado contigo, como nos hemos conocido, lo bien que me he sentido riendo contigo y discutiendo contigo. Irene, gracias por todo. Gracias por cada after loco. Por la última tarde de jogging viendo caer el sol en mi lugar preferido en el mundo. Gracias por cada comienzo sin saber donde podriamos acabar. Y el final era cada día más asombroso. Parecía todo tan irreal. Gracias por habernos dado la oportunidad de vivir todo eso... juntas. Gracias por hacer que no quisiese que todo aquello acabase. Ahora me quedan estos increíbles recuerdos, recuerdos que no voy a olvidar y siempre recordaremos juntas con una sonrisa en la cara. Ahora sé que nos quedan mil historias más que vivir.
Gracias por además de ser mi hermana, ser una increíble amiga. Con quién puedo contar siempre y para todo.
Felicidades Irene. Felicidades otro año más...

Ahora, a escasos dias de que este verano acabe.... vienen recuerdos que esperas que nunca se escapen. Sensaciones y momentos que querrias volver a vivir. Pero sin quererlo vas asimilando que cuando algo acaba es porque algo nuevo también te espera. Aunque esa sensación de dejar atras tantas cosas te inhibe y estremece hasta llegar a una sentimiento contradictorio de temor y felicidad por un pasado que esperas reencontrarte.

...una brisa de verano, ese olor a azahar que te hace sentir en casa, una tarde en la playa y despertar de una siesta al romper las olas. Una fiesta, unas risas en la terraza, un ¿qué hacemos hoy?¿dónde vamos?, una última tarde de footing viendo caer el sol, un acoplamiento descarado, unas cervezas, un : nos van a pillar...!, romper una botella, que te inviten a 'irte' de una discoteca.. conocer gente, una llamada inesperada ... un chofer particular... una canción repetida, amanecer acompañada en una terraza... reir hasta no poder más, esperar que nunca acabe la noche, ... locuras varias.

Y sobre todo una reconciliación tras una discusión,por qué 17D, 5C, 8F! son muchas cosas...cosas que marcan, que alegran y entristecen al pensar que ya es pasado... pero todo pasa y todo llega. LLegamos caminando juntas e hicimos camino al andar.

Para siempre..