Pero entonces llegan las noches. Arrebatadoras y destructivas. No soporto estas noches, noches de desesperación, de querer acabar con todo, de querer acabar con él. De no tener ganas, de hartarte. Pero noches de saber que lucharías por un segundo a su lado más que por cualquier otra cosa. De que moverías cielo y tierra por poder reír con él, disfrutar con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario